Nuria Fernández
El concepto de desarrollo sostenible se ha convertido en una hoja de ruta imprescindible para las empresas de cualquier sector a nivel internacional. En la UE, estas dos palabras sustentan, además, la estrategia de futuro, de crecimiento, desarrollo y bienestar, para todos los Estados miembros. Hoy en día, la mayoría de organizaciones apuestan por los ODS como esos cimientos sobre los que construir una nueva forma de hacer las cosas: desde su actividad empresarial a la gestión del talento o la articulación de las políticas de RSC.
La importancia de los ODS como compromiso internacional
Hablar de desarrollo sostenible no es una opción, sino una necesidad que marca el rumbo del único desarrollo posible.
Así lo entendieron los 193 países miembros de Naciones Unidas cuando, en 2015, adoptaron la Agenda 2030, el mayor compromiso internacional para hacer frente a los desafíos globales más acuciantes: el cambio climático, la escasez de recursos naturales, las desigualdades sociales y la necesidad de una transformación económica sostenible.
Como señalábamos, este compromiso ha calado profundamente en las políticas de la Unión Europea. Se ha materializado, de hecho, en estrategias globales e integrales como el Pacto Verde Europeo y un marco regulatorio cada vez más robusto que asumen las diferentes jurisprudencias nacionales.
Sin embargo, aunque los ODS requieren de la implicación de las entidades públicas y de la sociedad como motores de cambio, han puesto el foco muy especialmente en el papel relevante de las empresas como agentes decisivos. Estas juegan un papel clave en el impulso de modelos de desarrollo sostenible a través de buenas prácticas corporativas.
En este contexto, la función de Recursos Humanos cobra una relevancia estratégica, al actuar como catalizadora de una cultura organizacional alineada con criterios ESG (ambientales, sociales y de gobernanza), la economía circular y la gestión responsable de personas y recursos.
¿Qué es el desarrollo sostenible?
El desarrollo sostenible implica satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las suyas. Tal como afirma la ONU, se trata de garantizar la supervivencia de nuestras sociedades y del planeta mediante un modelo de progreso que equilibre el crecimiento económico, la inclusión social y la protección del medio ambiente.
Entre los principios fundamentales del desarrollo sostenible están el equilibrio entre crecimiento económico, inclusión social y protección ambiental, lo que se traduce en avanzar hacia prácticas empresariales que minimicen el impacto ambiental, como la reducción del desperdicio alimentario o el uso eficiente de los recursos naturales, al tiempo que se promueve el empleo digno, la diversidad y la equidad dentro de las organizaciones.
Y un enfoque intergeneracional: las decisiones empresariales, incluidas las relacionadas con la gestión del talento, deben considerar el impacto a largo plazo sobre las personas, el entorno y la sostenibilidad del negocio.
Uno de los grandes conceptos ligados al desarrollo sostenible es el de la economía circular, “un modelo de producción y consumo que implica compartir, alquilar, reutilizar, reparar, renovar y reciclar materiales y productos existentes todas las veces que sea posible para crear un valor añadido”. De esta forma, el ciclo de vida de los productos se extiende, lo que implica reducir los residuos al mínimo.
Este modelo trata de desbancar al tradicional modelo económico lineal, basado en el concepto “usar y tirar”, que requiere de grandes cantidades de materias primas y energía baratas y que genera una cantidad de residuos cuya gestión e impacto ambiental es difícilmente asumible.
Los 17 ODS en favor del desarrollo sostenible
La Agenda 2030 se concreta en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible impulsados por la ONU, que sirven como guía para avanzar hacia un modelo global más justo, equilibrado y respetuoso con el entorno. Estos objetivos abarcan desde la erradicación de la pobreza y el hambre, hasta el acceso a una educación de calidad, la igualdad de género, la energía sostenible o el trabajo decente.
Esta es la lista de 17 Objetos de Desarrollo Sostenible clave para nuestro futuro:
- Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
- Objetivo 2: Poner fin al hambre y garantizar la seguridad alimentaria.
- Objetivo 3: Garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos en todas las edades.
- Objetivo 4: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos.
- Objetivo 5: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
- Objetivo 6: Garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.
- Objetivo 7: Garantizar el acceso a una energía asequible, segura, sostenible y moderna.
- Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos.
- Objetivo 9: Construir infraestructuras resilientes, promover la industrialización sostenible y fomentar la innovación.
- Objetivo 10: Reducir la desigualdad en y entre los países.
- Objetivo 11: Lograr que las ciudades sean más inclusivas, seguras, resilientes y sostenibles.
- Objetivo 12: Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles.
- Objetivo 13: Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos.
- Objetivo 14: Conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos.
- Objetivo 15: Gestionar sosteniblemente los bosques, luchar contra la desertificación, detener e invertir la degradación de las tierras, detener la pérdida de biodiversidad.
- Objetivo 16: Promover sociedades justas, pacíficas e inclusivas.
- Objetivo 17: Revitalizar la Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Estos objetivos no son únicamente compromisos gubernamentales: implican también a las empresas, que deben integrar los principios de sostenibilidad en sus operaciones y cultura interna.
¿Cómo puede una pyme implementar los ODS?
Desde las empresas se pueden activar palancas clave para integrar los ODS en su actividad diaria y cultura corporativa:
- Identificando qué ODS están más alineados con la actividad del negocio y estableciendo un propósito corporativo que incorpore la sostenibilidad como eje transversal de la estrategia empresarial.
- Revisando procesos y operaciones con criterios ESG, para aplicar mejoras en eficiencia energética, reducción del desperdicio alimentario, uso responsable del agua, selección de proveedores sostenibles y gestión ética de residuos, por ejemplo, lo cual mejora la competitividad operativa.
- Impulsando una cultura organizacional orientada a la sostenibilidad. Desde Recursos Humanos se pueden fomentar valores sostenibles a través de políticas de gestión del talento:
- Políticas laborales responsables para fomentar la igualdad de oportunidades, la conciliación, el empleo de calidad, etc.
- Formación en sostenibilidad con el fin de sensibilizar a la plantilla sobre prácticas de desarrollo sostenible en la cadena de valor de su actividad diaria.
- Innovación en beneficios sociales que incluyan programas de salud y bienestar o iniciativas de voluntariado corporativo alineadas con los ODS.
- Alineación del propósito, fomentando una cultura organizacional donde cada profesional entienda su rol como agente de cambio sostenible.
Aunque los beneficios ambientales y sociales del desarrollo sostenible son evidentes, su impacto positivo en la sostenibilidad empresarial es igualmente relevante. Para las pymes puede significar, de hecho, una palanca de cambio hacia la competitividad.
Beneficios del desarrollo sostenible para las pymes
El desarrollo sostenible no es una tendencia, sino un imperativo. Para las pymes, abre una oportunidad clara: impulsar una transformación desde dentro, conectando propósito, talento, innovación y sostenibilidad en favor no solo de la sociedad y el entorno medioambiental, sino de la oportunidad de ser más competitivas y perdurables.
Algunas de las ventajas que aportan los criterios de desarrollo sostenible en las empresas son:
- La reducción de costes gracias a una gestión más eficiente de los recursos.
- La atracción y fidelización de talento, especialmente entre las nuevas generaciones, altamente sensibilizadas con los valores ESG.
- La mejora del posicionamiento de marca y reputación corporativa.
- El cumplimiento normativo y adaptación anticipada a exigencias regulatorias cada vez más estrictas.
Según datos del informe 2023 sobre la contribución empresarial a la Agenda 2030, las grandes compañías ya reconocen el valor estratégico de integrar los ODS.
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